jueves, 27 de marzo de 2014

¿ Cuál es la prisa ?

Somos una cultura tan competitiva que hasta nuestros niños en edad preescolar se han convertido en trofeos de los que presumir. La infancia no debe ser una carrera, ni se debe forzar a que los niños aprendan cosas que todavía no les interesa pues eso significa que no están listos para aprenderlas. Los niños no están para satisfacer nuestra sed de competencia así que muy mal hacemos al forzarlos a aprender a contar hasta 20, a escribir su nombre y apellido o a memorizarse los nombres de los planetas, figuras y colores cuando bien sabemos que no existe una malla curricular para ellos. Los niños irán aprendiendo conforme estén listos y téngalo por seguro que se lo harán saber. Lo importante no es aquello que los niños deban saber o puedan hacer a los 18 meses, a los 2 o 4 años, lo más importante es lo que deben saber los padres. 

1. Que cada niño aprende a caminar, hablar, leer y hacer cálculos a su propio ritmo, y que eso no influye en absoluto en que tan bien camine, hable, lea o haga cálculos después.


2. Que el factor que más influye en el buen rendimiento académico y las buenas notas en el futuro es que mamá o papá dediquen un rato cada día o cada noche (o ambos) a sentarse a leerles buenos libros. Ni los manuales, ni las guarderías caras, ni los juguetes y tecnologías más sofisticadas influyen en el rendimiento académico. 


3. Que ser el niño más pilas o más estudioso de la clase nunca ha significado ser el más feliz. Una de las mejores cosas que podemos ofrecer a nuestros hijos es una niñez sencilla y despreocupada, como lo dijo Alicia Bayer en su libro A Magical Child.


4. Que nuestros niños merecen vivir rodeados de libros, naturaleza, utensilios artísticos y la libertad para explorarlos. La mayoría de nosotros podríamos deshacernos del 90% de los juguetes de nuestros hijos y ni siquiera los extrañarían, pero algunos si son importantes: juguetes como los LEGO y las construcciones, juguetes creativos como los materiales artísticos, los instrumentos musicales (tanto clásicos como multiculturales), disfraces, y libros. Los niños necesitan libertad para explorar con estas y otras cosas. Necesitan jugar con arena, con lodo, amasar pan, usar pintura, plastilina y acuarelas en la mesa de la cocina mientras hacemos la cena aunque lo salpiquen todo, tener un rincón en el jardín en que puedan arrancar la hierba y hacer una caja de barro.


5. Nuestros hijos necesitan el Nintendo, los teléfonos móviles, las actividades extraescolares, las clases de ballet, los grupos organizados de juego y los entrenamientos de fútbol mucho menos de lo que nos necesitan a NOSOTROS. Necesitan a unos padres que se sienten a escuchar su relato de lo que han hecho durante el día, unas madres que se sienten a hacer manualidades con ellos, padres y madres que les lean cuentos y hagan tonterías con ellos.




1 comentario:

  1. Amar pasa por prestar muuucha atención .
    Personalmente no creo en las fórmulas (ni en las científicas) una gran ventaja de la Ciencia es que siempre debe esta dispuesta a cambiar. En líneas generales comparto mucho de lo que Susana Suárez Fernández dice en su artículo, en realidad sólo veo una cosa que no va conmigo. se trata de esa foto en la que aparecen enfrentadas varias opciones identificando y clkasificando una mejor que otra.
    Eso es dogmático. Eso es cerrado, Decir que es mejor llenarse de barro que aprender los planetas para mí es dogamtismo, o sea PELIGROSO.
    En mi caso no puedo partir de ninguna idea parecida a esto es mejor que aquello.
    En interpretación hay un tipo que leo y me ayuda y es genial , se llama David MAmet, me encanta es muy punk, dice maravillas como esta ( que viene muy bien cuando lso actores y las acttrices nos enloquecemos buscando cosas raras de emociones y paranoias falsamente stalinslavkianas) dice :
    Mira a tu compañero a los ojos, escúchale y habla claro. Así ya puedes empezar la escena.
    Eso mismo digo yo con los niños, ni mejor ni peor.- mi versión de esto e s: para ser bueno, para amar ( y educar es amar) hay que prestar mucha atención. Creo q eu con eso luego ya es dejarse llevar. De eso me di cueenta hace ya 3 años cuando me negué durante 6 ameses a apuntar a mi hija aBallet. Al final le hice caso, lleva tres añso y es tan felizzzzzzzzzzzzz

    ResponderEliminar

Nuestro grupo en facebook

Nuestro grupo en facebook
(click en el logo)